Las encías retraídas, también llamadas encías recesivas o recesión gingival, son uno de los problemas de salud bucal más comunes.
¿Qué son las encías retraídas?
La encía o gingiva es un tejido fibroso que recubre las raíces y el hueso de soporte de los dientes, cuando está sana es relativamente dura al tacto y tiene baja sensibilidad al dolor, temperatura y presión. ¡Prueba a tocarlas y entenderás de qué hablamos!
Sin embargo, cuando el tejido fibroso pierde volumen y fuerza, tiende a contraerse y a descubrir ciertas zonas de las raíces de los dientes, esto es lo que conocemos como retracción de las encías. Cuando esto sucede, dependiendo de su severidad, puedes empezar a sentir sensibilidad, ser más propenso a caries en esas zonas descubiertas o incluso perder soporte dental.
¿Qué causa la retracción de las encías?
- Enfermedad periodontal: Las bacterias que se acumulan en la boca pueden infectar las encías, produciendo inflamación, irritación, sensibilidad y sangrado. Esta infección no solo acelera la degeneración de las encías, sino que también pone en riesgo las estructuras óseas y dentales.
- Tabaquismo: Al igual que las bacterias, el tabaco produce inflamación que puede ocasionar la degeneración y retracción de las encías. También reduce el flujo sanguíneo que llega a ellas, lo que afecta su oxigenación y la capacidad para defender los dientes contra la acción de los microorganismos. Por si fuera poco, la nicotina y otras sustancias comunes en el tabaco aceleran la pérdida del hueso dental.
- Malos hábitos dentales: Aunque no lo creas, si cepillas tus dientes con mucha fuerza o usas un cepillo de cerdas muy duras o deteriorado, estás dañando tanto tus dientes como tus encías. Al igual, si eres de los que utiliza palillos, popotes o cualquier objeto duro para “limpiar” tus dientes, o entre ellos, puedes estar causando que tu encía se retraiga como mecanismo de defensa. También ten en cuenta que las encías suelen inflamarse y retraerse cuando están en presencia de placa dental, este es uno de los motivos por el cual es tan importante mantener una buena higiene bucal.
- Bruxismo: El bruxismo es el hábito de apretar los dientes con fuerza de manera inconsciente. Lo que comúnmente llamamos “rechinar los dientes”. El exceso de fuerza, presión y fricción del bruxismo causa todo tipo de problemas en dientes, encías y mandíbula.
Es importante destacar que estas causas no son aisladas, pueden ocurrir simultáneamente.
¿Existe algún tratamiento para la retracción de encías?
El primer paso es acudir con un odontólogo para que determine cuál es la causa del problema y su gravedad para determinar el tratamiento más efectivo.
Por ejemplo, si la causa de tu retracción de encías es mala higiene bucal, es probable que una limpieza profunda (un proceso que llamamos profilaxis dental) te ayude a combatir la acción de las bacterias en tus encías y que estas recuperen su salud de forma natural. Optimizar tu cepillado con nuestros consejos profesionales también puede hacer una diferencia si tu retracción de encías es causada por cepillarte incorrectamente.
En casos más severos, podría ser necesario realizar una cirugía para injertar nuevo tejido en las encías y lograr que vuelvan a cubrir las zonas vulnerables de los dientes.
¡No esperes a que la retracción de encías ponga en riesgo la salud de tu boca!
Incluso si tus encías no están retraídas, es importante que acudas regularmente a un odontólogo para checar la salud de tu boca. Muchos de los signos tempranos de la retracción de encías no se notan a simple vista hasta que es demasiado tarde.
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Recuerda: cuando se trata de tu salud, la prevención siempre es la mejor opción.
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