ortopedia funcional de los maxilares

¿Realmente debes esperar a que tu hijo “esté más grande” para corregir sus dientes con ortodoncia?

Esta es una pregunta que se repite constantemente por los padres de los pequeños que nos visitan en nuestro consultorio odontológico. Nuestra respuesta es un rotundo NO, ya que para eso existe la ortopedia funcional de los maxilares. Hoy te queremos explicar por qué y en qué casos la recomendamos.

Empecemos por lo básico:

¿Qué es la ortopedia funcional de los maxilares?

La ortopedia funcional de los maxilares es una rama de la odontología que se encarga de la prevención y la corrección de las alteraciones en el crecimiento de los maxilares, estimulando o redireccinando su crecimiento óseo, corrigiendo mal posiciones dentales, mejorando la función de la musculatura oro facial y evitando el establecimiento o desarrollo de hábitos bucales (succión digital, uso de chupete/biberón, mordedura de labios/uñas).

¿Cómo funciona la ortopedia funcional de los maxilares?

Existen diferentes tipos de aparatología, pero básicamente son aparatos removibles que se mandan a hacer en laboratorios especializados, y son creados personalizados para cada paciente.

Cada uno tiene una función específica, pero en general cumplen su fucnión al activarse en boca con el movimiento de la musculatura oro facial y de la lengua.

De esta forma tendremos aparatología funcional de los maxilares con distitintos tipos de aditamentos que servirán para realizar expansión, movimientos hacia delante de la mandíbula, estimulación del crecimiento del maxilar superior, limitación del crecimiento mandibular, rotaciones dentales, entre otros.

¿Entonces estos aparatos solo sirven para corregir la estética?

 Podrías pensar que todas esas funciones que te acabamos de nombrar solo mejorarían el aspecto físico de tu pequeño, pero la realidad es que todas estos cambios logrados con la aparatología funcional de los maxilares, también ayudan con alteraciones de la respiración, al modificar el tamaño de las vías respiratorias superiores; de la masticación y la deglución, al corregir la posición de los dientes y maxilares; e incluso de la fonación/pronunciación de palabras, al corregir la posición y movimientos de la lengua.

¿A qué edad se puede empezar la ortopedia funcional de los maxilares?

 Esto depende de la madurez del niño, en general están listos para empezar con estos tratamientos alrededor de los 4 años de edad. Sin embargo, hemos tenido casos desde los 2-3 años, dependiendo de qué requiera el paciente y como te acabamos de mencionar, de su madurez. Así que, para dar una respuesta definitiva, tenemos que evaluar el caso en conjunto con los padres o responsables del niño.

¿Y hasta qué edad funciona?

Antes se creía que la ortopedia solo funcionaba en niños, pero se ha demostrado que sus capacidades de corregir hábitos o alteraciones musculares se mantienen incluso para los adultos. Lo que si es cierto es que aproximadamente hasta los 14-16 años puede ser utilizada para cambios óseos/esqueletales.

¿Cuál es la diferencia entre la ortodoncia y la ortopedia?

 La principal diferencia es que la ortodoncia, cuando se utiliza sin cirugía maxilofacial, solo puede actuar exclusivamente sobre los dientes. Mientras que, como ya te explicamos, la ortopedia funcional actúa sobre huesos, dientes y musculatura.

¿Cuánto dura un tratamiento de ortopedia?

 A diferencia de la ortodoncia, donde te podemos hablar de tiempos estimados de tratamiento, la ortopedia normalmente acompaña al niño durante su crecimiento. No te vamos a mentir, hay casos en los que las correcciones son tan puntuales que, si podemos establecer un tiempo de tratamiento, pero en casos más severos, podemos requerir diferentes tipos de aparatos durante el crecimiento del niño, para lograr el objetivo.

Entonces si son tratamientos tan largos ¿qué ventaja tiene tratar a tu hijo con ortopedia en edades tempranas?

 Podemos empezar desde las más estéticas a las más funcionales.

  1. Mejorar la estética tanto facial como dental de tu hijo. Esto no es solo para que “luzca más bonito”, si no que será un impacto directo en la confianza que tenga en sí mismo durante su crecimiento y desarrollo.
  1. Evita futuras extracciones. Es posible que tu hijo igual requiera ortodoncia en un futuro, pero si empezamos a trabajar los problemas de espacio, con tiempo, podremos evitar que necesite una ortodoncia más larga y con extracciones.
  1. Evita cirugías maxilofaciales. Los casos más severos, donde la mandíbula o el maxilar están muy por delante o muy por detrás, son los casos en los que se ven mejores resultados y pronósticos con la ortopedia funcional de los maxilares. Ya que con esta, podemos evitar que luego en su segunda etapa con ortodoncia, tengamos que realizar cirugía para cortar-adelantar-retroceder sus huesos para corregir su perfil.
  1. Mejorar su calidad de vida y evita otros tipos de tratamientos/cirugías. Cuando los niños tienen los maxilares muy estrechos debido a la falta de crecimiento de los mismos o a hábitos como succión digital, no pueden respirar correctamente y por lo tanto se ve afectada su oxigenación. Situaciones similares pasan cuando los maxilares se encuentran posicionados muy por detrás de su posición ideal. Si esto no se corrige a tiempo, no solo afectará su calidad de vida durante la niñez, si no también conllevará a posibles tratamientos o cirugías para corregir estas alteraciones.

 Si todavía no estás seguro si tu hijo necesita ortopedia funcional de los maxilares, no dudes en contactarnos. Los mejores regalos que le puedes dar a tu hijo es un diagnóstico a tiempo y una prevención de complicaciones futuras. ¡Trabajemos en equipo por su salud!

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